HÉROE DE LEYENDA
"El Cid" es la película con la que Hollywood rindió homenaje a nuestro héroe más universal, siempre claro está, desde su particular visión y estilo.
Ello hace que la obra de Anthony Mann se permita algunas licencias y algunos giros, que muy poco o nada tuvieron que ver con la realidad. Sin embargo, una densa nebulosa ha envuelto siempre al personaje de Don Rodrigo Díaz de Vivar, convirtiendo su vida en algo más próximo a la leyenda que al hecho histórico real, con lo que este punto se puede disculpar, pues además, no podemos olvidar que estamos ante una simple película.
Más allá de estas consideraciones, "El Cid" contó con un reparto inolvidable, encabezado por un genial Charlton Heston muy metido en el papel y por una grandiosa Sophia Loren. El argumento está tratado con mucho gusto, de una forma elegante y no se repararon en gastos a la hora de realizar la película.
Además conviene tener en cuenta la época en la que se rodó "El Cid", con lo que tiene mucho mérito el resultado obtenido, ya que los medios con los que se contaban no eran los de ahora.
En definitia y a mi modo de ver, nos encontramos ante una de las grandes películas de la historia del cine y por ello, lo mínimo que se puede hacer es verla con atención, para por lo menos poder opinar con criterio sobre ella.
Si alguna vez en su vida soñaron ser héroes de leyenda, guerreros audaces, caballeros andantes, princesas, reyes, reinas, etc, seguro que les gustará la película.
Ya me contarán.
Una de las películas con las que más he disfrutado, tanto por su vertiente histórica como por su protagonista, mi idolatrado Charlton Heston.
El Cid es una épica recreación de la historia de Rodrigo Díaz de Vivar, campeón castellano que puso en jaque a un rey y al ejército otomano que en aquella época pretendía conquistar la Península Ibérica e instaurar en ella el dominio de la Media Luna.
De factoría italoestadounidense, fue producida en 1961 por Samuel Bronston (55 días en Pekín, Rey de Reyes...) y dirigida por Anthony Man ( Tierras lejanas, Colorado Jim...).
Contó con un gran elenco entre los que destacaban además de Heston, encarnando a Rodrigo y a la italiana Sofía Loren como una apasionada Jimena, conocidos actores tales como Raff Vallone (Ordóñez), Genevieve Page (Urraca), John Fraser ( Alfonso), Gary Raymond (Sancho) o Herbert Lom (Ben Yussuf), entre otros.
La historia arranca en el siglo XI, en el que la Península Ibérica está dividida en reinos cristianos y fortalezas árabes. Y nos mostrará a un joven Rodrigo, honesto y leal que lleva el honor de caballero como un manto y no consiente las injusticias ni siquiera hacia sus enemigos. Debido a ese talante honorable y digno, serán esos propios enemigos que le apodarán Mio Cid, que significa "mi señor", como trato de respeto hacia su valor y su lealtad con la justicia.
Después de verse obligado a matar en lucha de ley al padre de su amada para defender la vida y el honor de su propio padre, Rodrigo se verá repudiado por la mujer que ama.
A partir de ahí, asistiremos al regicidio del que El Cid creerá cómplice a Alfonso y por este motivo y apoyándose en su rígido código de honor, obligará a jurar al recién coronado rey de Castilla en el Juicio de Santa Gadea.
Históricamente, este juicio nunca se produjo y forma parte de la leyenda y mito del caballero castellano. Pero adornará la película y le dará un tinte dramático haciéndonos ver con más claridad en temple de Rodrigo.
Después de eso y tal y como cuenta la leyenda y la propia historia, se verá obligado a exiliarse de su amada tierra y el pueblo será amenazado de muerte si osa darle cobijo o ayuda. Pero esta vez en compañía de su querida Jimena.
Y ahí arranca El Cantar de Mio Cid, uno de los escritos más bellos de la leyenda/historia de la Marca Hispánica. Es la primera obra poética extensa de la literatura española y el único cantar épico conservado casi completo.
Un excelente motivo para hacer una gran película y con el único actor capaz de meterse en la piel de El Campeador y dotarle del poderío que consiguió darle.
A partir del destierro, la película nos seguirá explicando la vida del caballero hasta llegar a la famosa batalla del Sitio de Valencia, en la que los ejércitos que acaudillaba, consiguen derrotar y expulsar al invasor.
El film nos enseñará cómo El Cid, según cuenta la leyenda, "ganó batallas aún después de muerto", aludiendo a la famosa escena a caballo de su fiel Babieca y empuñando en su mano ya fría, su afilada Tizona.
Una épica visión de la historia de El Cid Campeador llevada hasta su máximo esplendor gracias una vez más a Charlton Heston que tanto es capaz de ponerse en la piel del caballero castellano, como del profeta Moisés, ser un imponente principe egipcio o un hastiado científico buscando el sentido de la vida y diciéndole a un gorila parlante "quita tus manos de encima de mí, mono asqueroso!!!"
En fin, un actor que sabe bordar cualquier papel imponente y con carácter y desde luego con una humanidad tremenda.
La película fue rodada en diferentes escenarios de la península tales como Ávila, Belmonte, Calahorra, Burgos, Toledo, Peñíscola y otros más. Podemos reconocer esos parajes en muchas de sus escenas, sobretodo en el Sitio de Valencia, cuya localización fue Peñíscola.
Un largo metraje, necesario en mi opinión para poder disfrutar de las vicisitudes de la vida de uno de los personajes más míticos y queridos de la caballería en este caso, Hispánica.
"De los sos ojos tan fuertemientre llorando,
tornava la cabeça e estávalos catando.
Vío puertas abiertas e uços sin cañados,
alcándaras vazías, sin pieles e sin mantos,
e sin falcones e sin adtores mudados.
Sospiró mio Cid, ca mucho avié grandes cuidados;
fabló mio Cid bien e tan mesurado:
—¡Grado a ti, Señor, Padre que estás en alto!
¡Esto me an buelto mios enemigos malos!..."
Cantar Mio Cid - Anónimo (año1200 aprox)