Cluedo: El juego de la sospecha (1985)

En Cluedo: el juego de la sospecha, siete desorientados huéspedes atravesarán las puertas de la casa de su desconocido anfitrión, que los ha reunido a todos con un oscuro propósito.

A todos ellos se les asignará al llegar un apodo, para evitar dar a conocer sus verdaderos nombres y ocupaciones: empieza el misterio.
Vamos con ellos...

-Madeline Kahn... La Sra Blanca, la viuda negra.
-Lesley An Warren... La sexy y descarada Srta Escarlata.
-Eileen Brennan... La Sra Faisán, a vueltas continuamente con las plumas de su rebelde sombrero.
-Michael McKean... El torpe e ingenuo Sr Verde.
-Martín Mull... El coronel Mostaza, un adusto militar.
-Chistopher Lloyd... El lujurioso profesor Pomelo.

Esperándoles en la casa estará Collen Camp enfundada en un mini vestido y con un escote imposible, como la voluptuosa e ingenua criada Yvette.

Y desde luego, les recibirá en la puerta el gran Tim Curry como Wadsworth, el inefable mayordomo, que llevará todo el peso argumental de la película en un papel soberbio.

Desde el principio, las situaciones absurdas y maravillosamente ingeniosas empiezan a sucederse sin parar.
El misterio de cada identidad, el motivo oculto por el que todos y cada uno de ellos han sido citados en aquella casa y la circunstancia que les une empiezan a desvelarse.

Frases agudas y ocurrentes empezarán a saltar por todos lados gracias a la gran actuación de los protagonistas.
Cada papel, cada escena, está perfectamente tejida para dar paso a la siguiente y llevarnos durante los cortísimos 97 m que dura la película por una interminable sucesión de situaciones cómicas y chispeantes en las que el absurdo por una parte y el humor más sarcástico y a la vez retorcido por otra, convertirán el visionado en una auténtica delicia.

Y entre toda esta explosión de frenética actividad, destacará la actuación de Tim Curry. Volviendo a demostrar una vez más sus dotes interpretativas, acabará siendo el protagonista indiscutible de la historia.
Perspicaz, inteligente, agudo y ocurrente, Wadsworth conducirá a todos los desorientados y asustados huéspedes por el laberinto de la casa y el peligro que les amenaza en ella.
Quién será el asesino? Y cuántos invitados serán víctimas del desequilibrado psicópata que les acecha?

Maravillosa puesta en escena en la que cualquier detalle cuenta. Cualquier gesto de cada actor es laboriosamente interpretado para crear una atmósfera sublime de intriga teñida con unos diálogos mordaces.

Basada en el famoso juego Clue de Parker, la idea de convirtió en algo fantástico. En este caso y para variar, la adaptación de un juego (de mesa, eso sí...) fue un enorme acierto que nos llenó de carcajadas y fue impecablemente llevado al cine. Es innecesario recordar las "tristes" llegadas de algunos vídeo juegos a la gran pantalla.

Todo ello, de la mano del gran guionista John Landis, que como era de esperar construirá algo magnífico.
Con la participación del realizador de la estupenda "Granujas a todo ritmo" de 1980 y Jonathan Lynn como artífice de casarlo todo y producir esta genialidad.

Nos recordará en algunos puntos a la "Diez negritos" de Agatha Christie y desde luego a la también fenomenal "Un cadáver a los postres" de 1976, de la que parece que bebe bastante.

Diez negritos fueron aquellos pobres sentenciados y diez implicados serán estos. Y en cuanto a la similitud con Un cadáver a los postres, quizá sea esta más evidente sobretodo en la estructura de la película y en el sorpresivo final.

Formarán parte de la película, como no, las armas homicidas que les serán asignados a cada huésped: un candelabro, una pistola, una soga, etc. Las mismas que en el juego.
Con ellas, los peculiares invitados se defenderán o atacarán a sus compañeros en la alocada aventura que viven.

Como dato curioso, mencionar que los tres finales alternativos fueron incluidos en diferentes versiones y proyectados en las salas de cine aleatoriamente, lo que hizo que una persona que había visto la película explicara uno ante la incredulidad de otra persona que había visto otro. Un divertido lío...

La cinta se editó en DVD y se añadieron los tres, confirmando la genialidad del hilarante final múltiple.

Quizá sea esa la parte más recordada y aplaudida una vez vista por el público, donde una vez más el guión juega al descarte y a intentar seguir engañándonos.

Vuelvo a verla, pasados los años y me sigue pareciendo fresca e incombustible. Es de aquellas películas que son capaces de animarte cualquier tarde gris y aburrida.

Y es que esto es Cluedo: el juego de la sospecha. Y todos son sospechosos. No es cierto?